lunes, 6 de abril de 2020

LA DIMENSION POR CONQUISTAR

Por Franco Picatto

Un hecho trascendental convocó a los hinchas de Cambaceres entre tanto letargo por la cuarentena. El formato virtual ya está entre nosotros y ese entrañable Ascenso de canchas embarradas y tribunas repletas, se jugó en la modalidad del FIFA 2020. Enfrentados históricamente, y separados por la pantalla como fiel testigo, el “Rojo” reeditó el clásico “ribereño” ante Villa San Carlos. ¿Un antídoto pasajero o una dimensión por conquistar?.  
 El célebre filósofo canadiense Marshall McLuhan solía repetir una frase que cobra vigencia en estos días: “La mayoría de las personas viven en una época anterior, pero uno debe vivir en su propio tiempo”. En este tedioso trance que nos involucra a todos, el distanciamiento es la única opción y trasladarse
a otra época puede ser un ejercicio reparador para reencontrarse con esa gama de sensaciones postergadas a partir del comienzo de esta cuarentena. Gritar un gol, juntarse con amigos y mirar el partido del club de sus amores, hasta “chicanearse” los lunes en la oficina o en el colegio. Todo eso ha quedado reducido a la memoria emotiva. 
 La rutina de la cuarentena fue embalsamando nuestros hábitos atados a una agenda personal, que estaba situada en tiempo y espacio. Hoy los días transcurren entre repeticiones de partidos de antaño y archivos que resistían el paso del tiempo ágil, pero ahora caen con la parsimonia de hojas otoñales, en públicos ávidos de adrenalina. Esta realidad no escapa a nadie. Todos, más allá del credo, religión u orientación política, se encuentran en un laberinto propio del popular videojuego de Mario Bros. Ese mundo paralelo de los juegos electrónicos no son más que un simulador de la vida real, pero en estos días inéditos, esa clasificación se puede tomar una licencia. 
 El domingo de “Clásicos del Ascenso” fue el pretexto para revivir un Cambaceres- Villa San Carlos. No hubo “banderazo” ni fuegos artificiales que presagiaran un partido con acentuada rivalidad y rica historia, sólo 11 jugadores de cada bando, con rostros angulosos acompañados de movimientos autómatas. Eso era lo que reflejaba la pantalla y, en esas rápidas transiciones de imágenes, uno podía advertir la concentración de los representantes del “Rojo”. Ellos saben que su disciplina ahora ocupa la atención de esos hinchas confinados por la pandemia, por eso, la tradición no se negocia y el honor, debe permanecer en alto sin importar el medio, instrumento o distanciamiento.  
 Será probable que el coronavirus nos haya presentado nuevos mecanismos de defensa para la salud, o agudizado nuestro ingenio para evitar caer en el aburrimiento total. Con la pandemia acechando, es aventurado asegurar si habremos aprendido alguna lección cuando esto termine, ya sean experiencias positivas o negativas. La inversión del tiempo es muy personal, y estarán los que se opongan al cambio de era o aquellos que lo abrazan, aunque ya no se puede catalogar a este fenómeno del fútbol virtual como una simple distracción advenediza. El futuro nos golpea la puerta, y Cambaceres cruzó el umbral para erigirse como el primer ganador en este primer duelo virtual.