Por Emiliano Roskell
La ilusión se cayó a pedazos. Sin embargo no está muerto quien pelea. Defensores de Cambaceres, cayó en su visita a Claypole, 1 a 0, perdiendo toda posibilidad de avizorar un futuro próspero con el tan ansiado ascenso a la Primera C. No hay un solo responsable para señalar con el dedo sobre un presente deportivo como poco promisorio.
La responsabilidad se da en una serie de eslabones que conforman el cómo y porque de una trayectoria deportiva futbolísticamente hablando que hace 9 meses presagiaba una ilusión bien realista de un ascenso que se observaba en el horizonte próximo, y que después de varios tropiezos se hizo añicos. Gran parte de la responsabilidad sin lugar a dudas recae en quienes manejan los hilos del club, los propios dirigentes. Después de tres derrotas consecutivas en las últimas semanas, con 6 goles en contra y un solo gol a favor, el plantel debió haber tenido una reunión para hacer una fuerte autocrítica entre todos los actores de esta aventura futbolera y entre todos buscar el bien común, para la gloriosa institución de Ensenada que va camino a cumplir el Centenario. Las oportunidades de torcer el rumbo deportivo se presentan pocas veces y hay que saber aprovecharlas, con un claro objetivo y un rol bien determinado para que los resultados sean los deseados. Ahora es momento de pensar en la última oportunidad, el reducido, en donde no hay margen para más errores, porque es el último tren que te llevará al ascenso a la primera C, y si se sube mal se puede trastabillar poniendo en grave riesgo eltrabajo de campo minucioso hecho para poder llenar de
satisfacción el vagón llamado “ascenso”.