Una de las grandes falencias que tuvo el Rojo en el reciente Torneo Transición fue la falta de gol. Apenas pudo convertir tres tantos en siete encuentros, uno de los cuales fue en contra.
Matías Samaniego anotó su gol frente a Lugano, en la única victoria del post cuarentena, por 1 a 0. Luego Matías Torancio convirtió el empate agónico contra Deportivo Paraguayo en un tanto. Ante Liniers, en la derrota, 2 a 1, el gol Rojo fue en contra.
En 630 minutos de juego, fueron apenas 3 conquistas, lo que representa un promedio un gol cada 210 minutos.
Agüero utilizó como centrodelantero a Nicolás Ferreira en seis de los siete partidos y no pudo convertir. Leonel García, volante con características ofensivas, disputó los 7 encuentros (en uno ingresando en el ST) y tampoco marcó. Además hizo ingresar en los segundos tiempo en 4 ocasiones a Fabián Maidana, en tanto Agustín Navarro lo hizo en un tiempo y algunos minutos en otro partido. Ambos tampoco pudieron hacerse presente en la red.
¿Pero qué ocurrió antes de la pandemia? El Rojo había disputado 19 partidos y convertido 34 goles, una cifra nada despreciable, con un promedio de gol cada 50 minutos. La diferencia con el torneo post pandemia es notable.
De esos 34 tantos, Samaniego había convertido 8 en 18 presentaciones, Matías Reali 4 (9 partidos), Ferreira 4 (16 juegos), Leonel García 3 (15 partidos) y Maidana 2 tantos (6 cotejos como titular y 9 ingresando posteriormente).
La merma goleadora tras el parate es realmente llamativa y uno de los motivos de la muy floja campaña.