viernes, 29 de febrero de 2008

La alegría duró dos minutos: un empate con sabor a poco















Para este momento del Rojo un empate es un resultado incipiente. Este 2 a 2 final contra Tristán Suárez lo es mucho más porque no supo mantener la diferencia que logró en dos oportunidades y porque le birlaron dos unidades valiosísimas a tres minutos del final del encuentro. El equipo de Borgarelli dilapidó en un centro y en un mal rechazo de su arquero lo que había construido con mucho fervor y sacrificio durante todo el juego. Después de buscarlo con insistencia, se había puesto en ventaja. Pero la alegría fue efímera. Solo dos minutos le duró en cada etapa y la igualdad tiene un sabor a poco. El crédito se achica cada vez más, aunque la actitud del equipo haya cambiado positivamente.
El Rojo y Tristán, con sus armas, armaron un primer tiempo muy interesante, de ida y vuelta. La visita mostró un mejor manejo del balón y, por momentos, supo tener la iniciativa. Buscó por abajo en una cancha rápida y con un poco de agua, aunque absorvió bastante bien el tremendo aguacero del día anterior. Las jugadas empezaron a sucederse en los dos arcos, como producto de que ambos equipos ofrecían fisuras defensivas. Estuvo cerca Víctor Gómez pero su cabezazo lo desvió Perull, el meta visitante. La visita respondió con un disparo de Villalba que se fue desviado. A los 29 minutos, un corner desde la izquierda fue peinado en el primer palo por Reme y por el otro sector apareció Lema para, con otro golpe de cabeza, establecer el 1 a 0 y su alocado festejo por haber sido su primer tanto con la casaca del Rojo. Poco duró para Camba esta alegría, ya que dos minutos después, Unyicio aprovechó un descuido de la defensa y con disparo cruzado estableció el 1-1.
El segundo tiempo fue diferente. Ya no tuvo la vibración del primer capítulo. Fue más disputado y luchado y con poca claridad en los protagonistas. Tristán no arriesgó demasiado y casi no llegó hasta el arco del Rojo. Cambaceres asumió el protagonismo y la necesidad de ganar. Sus ganas, su actitud y su entrega no se condiciones con su juego falto de ideas y muy pocas veces pudo arrimar peligro hasta el marco de Perull. Los ingresos de Soria y de Martín Muñoz (por Ladogana y Banegas) buscaron darle aire y claridad al equipo. El Rojo buscaba pero se le hacía complicada la tarea. Así llegamos al minuto 40, cuando Ibáñez, entrando por izquierda, capitalizó una buena acción y definió cruzado al palo izquierdo. Era el 2 a 1, era el desahogo, era el grito desatado de hinchas, jugadores y cuerpo técnico, era la victoria, era, solo eso, era…
A los 42 minutos, llegó un centro al corazón del área grande, Nacho González salió lejos del arco, le pegó un puñetazo al balón y rechazó al medio. El mismo lo tomó Aquino, con tanta categoría, que de emboquillada, por arriba del uno, clavó el esférico en el ángulo superior izquierdo. Desilusión tremenda para Camba que vio como se le esfumaron dos puntos de suma importancia. El Rojo tuvo actitud y buscó. Hizo dos goles y no los supo conservar. El empate tuvo un gusto a muy poco en esta circunstancia que vive el equipo que no ganó en lo que va del año.