Por Jorge Daniel Testori
El anarquismo filosófico de Jorge Luis Borges conjugaba muy
bien con su ironía verbal, inteligente y con su gusto por el sofismo
relativista de los griegos donde jugaban con las palabras y la retórica
convencía transformando lo falso en verdadero.
Por eso, cada opinión del gran poeta y escritor tiene varias
lecturas.
"El fútbol es popular porque la estupidez es popular,
once jugadores contra otros once corriendo detrás de una pelota, no son
especialmente hermosos".
"Nunca la gente dice...¡qué linda tarde pasé! ¡qué
lindo partido vi
aunque haya perdido mi equipo! La gente no disfruta del
juego".
"El mundial de 1978 será una calamidad que por suerte
pasará".
Y tampoco se salvaron los ingleses de sus críticas siendo
Borges un gran admirador de su literatura y de sus escritores..."que raro
que nunca se les haya echado en cara a los ingleses, injustamente odiados,
haber llenado al mundo de juegos estúpidos".
Bueno, Borges es Borges, único e irrepetible.