Por JORGE DANIEL TESTORI
Los historiadores han denominado Modernidad Líquida a los acontecimientos sociales, económicos y políticos de las últimas décadas.Modernidad líquida en el sentido que los hechos adquieren la movilidad característica de los fluidos (gases y líquidos), que no tienen forma propia y que cuando se intenta comprenderlos, ya fueron reemplazados por otros hechos.Los fluidos tienen sus átomos disociados, a la inversa de los sólidos que demuestran mayor cohesión, y equiparando estas propiedades físicas con la evolución de las sociedades, percibimos con claridad la disociación egoísta y narcisista de la actualidad donde la secuencia acelerada impide mantener los lazos tradicionales
como la amistad, el matrimonio, la familia y hasta el apego a cosas materiales (casa, barrio, ciudad, país), por la volubilidad impuesta y adquirida que requiere constantes cambios para aumentar el consumo.¿Entrañará esta situación al extremo de llevarnos a la insensibilidad?.Las catástrofes, los genocidios, los magnicidios y otros padeceres humanos, se fugan de la conciencia general mas rápido de lo que aparecen y aunque la solidaridad y el compromiso por la Humanidad y el Planeta siguen siendo valores máximos, no creo en el fin de la Historia como pronosticaron los liberales, pero temo a la licuación de esta misma Historia.
